El rostro como espejo del alma. Mirada dura, fuerte, recia... Así nos contempla desde la eternidad Manuel Santa Cruz Loidi, el Cura Santa Cruz. Soy de la opinión de que un cura como él en cada pueblo de España, y se acaban los problemas. No quedaría ni una sabandija para contarlo. Encontré hoy este retrato de este hombre, que en gloria esté, y quise dedicarle la meditación del día. Hoy, con tanta tontería, su caso constituye prácticamente un escándalo. Cuesta trabajo, después de tantas décadas debilitándonos moral y físicamente, aceptar para el común de los cristianos que un cura párroco deje su parroquia, se eche la escopeta al hombro y se vaya a saltar peñas como las cabras. Sí, vamos a decirlo sin tapujos: a matar liberales y escarmentar a todo aquel que llevara mala vida en los pueblos. Tipos como el Cura Santa Cruz no pueden ser comprendidos por gente blandengue que vive en una época donde todo está bien visto, todo se aprueba menos llevar las convicciones morales a sus últimas consecuencias. Alguien nos está tratando de convencer, continuamente, de que todo está permitido; pero no se nos permite ser coherentes con principios que piden algo más que una adhesión teórica. Hay verdades que nos demandan jugarnos la vida y, sin duda, combatir a cuantos se opongan a ellas. El Cura Santa Cruz era de una raza en extinción. La raza de los que, cuando violan a su madre, no llaman al abogado, ni a la Guardia Civil... Sino que se toman la justicia por su mano, de un modo, sí, bárbaro (cortándole los huevos al violador), salvaje (cruzándole la cara con la espuela al enemigo)... Y fuerte: matando al transgresor, matando al malo. Eso no nos lo permite un Estado que quiere controlar algo más que nuestras cuentas bancarias... Un Estado extraño que quiere doblegar nuestra voluntad. Un Estado que consiente todas las maldades y vicios, mientras que sanciona la virtud. Por eso, el Cura Santa Cruz no sólo fue un carlista. Fue un hombre. De los que hoy apenas quedan. Ojalá hubiera muchos como él... Y los malos tendrían que buscar refugio debajo de la tierra... Y ni allí podrían estar tranquilos. ¡Viva el Cura Santa Cruz, terror de los degenerados y verdugo de los malos!
Sin duda tiene pinta de ser un personaje peculiar, de los de antes...Eso esta bien, pero a veces creo que idealizamos demasiado a las personas por el hecho de ser de "otro tiempo".Entiendo sus grandes convicciones ideologicas pero entra bastante en contradicción su calidad de cura y cristiano, con lo que describe Pio Baroja de él:"....Tenía esa personalidad enigmática de los seres sanguinarios, de los asesinos y de los verdugos;su fama de cruel y bárbaro se extendia por toda España.El lo sabía y estaba orgulloso del temor que infundia su apellido.En el fondo era un pobre diablo histérico, enfermo, convencido de su misión providencial....
ResponderEliminarComo ves ni todo es blanco ni todo es negro siempre que hay verdugos hay victimas ,más allá de quien lleve la razón.
Este tipo de personas causan curiosidad pero su enorme arrojo y fervor dejó detrás de si una hilera de muerte y pena..y todo en nombre de esas convicciones ideológicas.
Eso de cortar los huevos a los violadores,cruzarle la cara a los otros y cargarse al del más allá porque no sigue el orden correcto, lo ubico en la actualidad en la ideologia fanatizada islamista(ojo por ojo)que a todos los efectos está mal vista en nuestra sociedad ¿NO?.Porque si esta historia la ubicamos en afganistan y el cura en vez de cura es un imán ya no nos suena tan heróica..
¿Quienes son los malos?,¿qué es llevar mala vida...?,¿quien decide si la pena es merecedora de vivir o morir?Esto seria el puto oeste.....
Ten en cuenta que si la historia y la sociedad avánzan es por algo ...y si se trata de llevar tus convicciones ideologicas y morales a las últimas consecuencias encuentra los cauces democráticos que los hay, porque de otra forma tú y yo no nos encontraremos nunca queriendote mazo......
Totalmente de acuerdo contigo, Paco. Es justo lo que pensaba después de leerlo. Sin duda, mi decisión de poner aquí este perfil del individuo, extraido de otro blog, tenía un transfondo sádico-esquizofrénico propio del humor negro que, según el día, me caracteriza.
ResponderEliminarPorque no me negarás que no tiene miga la imagen del cura con la sotana dándole tajos en los huevos a un tío, por muy degenerado que este fuese, jojojojojojojo. Ni el Stephen King más castizo habría imaginado algo así
jajajaja, joder que pinta tenía el cura!!!!, seguro que, en misa, las hostias las daba con la mano...pero literalmente!!!!! esta bien el tema, "tomarse la justicia por cuenta propia". tentaciones las hay a patadas y algunos seguro que se la merecen.... (estoy pensando en los chavalitos de Sevilla o en algún que otro chico de la gasolina de las vascongadas)...pero que el sistema no funcione, al menos, lo bien que debería no significa que sea un mal sistema. Hay que mejorarlo, sin duda, y me de la impresión de que los políticos, a veces, sólo se escuchan así mismos y no hacen los cambios que demanda la sociedad....
ResponderEliminar¿Sabéis si este cura llegará a santo?, podríamos organizar una romería para recordarlo, y así las lágrimas de la devoción estarían motivadas por unas hostias bien dadas.....:)
David, por un momento me habías asustado... Creía que lo que hay escrito sobre el cura lo creías tu realmente...
ResponderEliminarAh, por cierto, ¿quies el pajarito?
El "pajarito" es Manolo, he estado a punto de eliminarlo pensando que era algun intruso. Menos mal que ha dado la casualidad de que me ha llamado y le he preguntado si era él. Si es que...
ResponderEliminarRespecto a lo del cura este... Es que lo leí ayer y me quedé estupefacto al conocer la biografía de semejante personaje. De todos modos, hay que tener presente que este tío es de la época de las guerras carlista, en la primera mitad del siglo XIX. Es un error valorar aquellos comportamientos con los patrones ideológicos y morales de hoy día, al menos en nuestra sociedad, porque, como bien dice tu queridísimo, ese tipo encajaría actualmente más bien en el perfil de un Mulá taliban o un miembro de Al Qaeda. De hecho, hasta en el aspecto, con esas barbas y el pelo rapado, se les da un aire.